CRÍTICA DE LA REVISTA GAL- ART MAYO 1997 Pág: 419Razón tiene J.M. Cadena cuando hablando sobre la obra de Sabio escribe que “el apellido Sabio obliga a mucho y el pintor que lo lleva tiene la principal virtud de entregarse a plasmar la luz y las sombras”. Cierto es todo ello y Sabio hace honor, en cuanto a conocimientos, técnicos y capacidad pictórica a su apellido; conoce muy bien los recursos que el óleo, técnica que cultiva con especial predilección, pone a su alcance; compone, estructura, y especialmente, conjuga la perspectiva, consiguiendo plasmar aquello que le inspira y también los sentimientos que ello despierta en él.
Jardines de la Alhambra, calles y poblaciones de blancas casas acariciadas por el sol, constituyen tema para sus obras.
Es fiel a la realidad, pero la enriquece con un color muy bien empastado, matérico en ocasiones, y con los efectos lumínicos, que sabe cuidar de forma acertada sin caer en extremismos ni concesiones superficiales.
Honradez, sinceridad profesional, son virtudes a añadir en el hacer de J. Sabio, que ha presentado una amplia y completa exposición en la granadina Sala Xauen.
A. Nero.
NOTA DE PRENSA
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